En el umbral del tercer milenio, la Iglesia que peregrina en México está empeñada en responder a las exigencias de la Nueva Evangelización, que tiene como finalidad "formar hombres y comunidades maduras en la fe, y dar respuesta a la nueva situación que vivimos, provocada por los cambios sociales y culturales de la modernidad" (DSD 26). Nuevos desafíos nos interpelan a todos, y exigen a los evangelizadores nuevo ardor, nuevos métodos y nueva expresión, características de la Nueva Evangelización señalada por el Papa Juan Pablo II.
Los bautizados estamos llamados, según el mandato de Jesucristo, a anunciar el Evangelio por todas partes (Mc 16,15). El mejor servicio que la Iglesia puede ofrecer al mundo es presentar a Jesucristo, único salvador del mundo, poniendo a las personas "no solo en contacto, sino en comunión, en intimidad con Jesucristo" (CT 5). Es la finalidad de la catequesis.
La Comisión Episcopal de Evangelización y Catequesis, como organismo del Episcopado Mexicano, y respondiendo a la encomienda de los obispos, continúa con la elaboración del Proyecto Nacional de Catequesis de Adultos, que asume las tareas y espíritu de la Nueva Evangelización, y busca plasmar, en un verdadero catecismo local, las etapas graduales del proceso completo de la educación de la fe. En este proyecto, el proceso completo prevé cuatro etapas:
- El Kerigma.
- La Iniciación Cristiana.
- La integración a la Comunidad Eclesial.
- La misión en la Iglesia y en el mundo.
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